martes, 8 de abril de 2008

siempre nos quedará... el humor

Mezclar el deporte y la política está muy feo, tan feo como decir palabrotas, de hecho, lamentablemente los políticos están cada vez peor vistos en la sociedad, y parece que llamar a alguien político es lo mismo que llamarle ladrón o mentiroso. Y eso no es una buena señal.

Hoy estaba viendo en la TV las imágenes de como la policía de París ha tenido que apagar la llama olímpica y refugiar la antorcha en un autobús para poder continuar con el recorrido. Es increíble como los Juegos Olímpicos han acabado siendo un evento casi meramente político, donde el deporte es lo de menos, y hasta que punto tiene una repercusión en los países, puesto que decían que los Juegos se le dieron a China para que se abriera a Occidente, y ahora lo que haría sería replegarse y aislarse más. Y yo tampoco me asusto ya de esto, que de que los Juegos Olímpicos son pura política, ya me dí cuenta cuando lo de los Juegos Olímpicos de Coca-Cola '96... digo, de Atlanta '96, que fueron mis primeros Juegos Olímpicos, porque de los de Barcelona '92 sólo recuerdo las pegatinas de Cobi que venían en el Cola Cao (Cobi futbolista, Cobi ciclista, etc.). Todo el mundo pensando que por ser el centenario de la creación de los Juegos Olímpicos se los iban a dar a Grecia, pues mira tú por dónde, casualidades de la vida, sólo 12 años después de los últimos Juegos en EEUU, se los dan a Atlanta, de donde, casualidades de la vida, es originaria Coca-Cola. Pero vamos, que podría poner más ejemplos además de las Olimpiadas; también tenemos el fútbol: el rey de los deportes, y el rey de los chanchullos y manipulaciones mediáticas. Tanto, que consiguieron que dejara de seguirlo, de puro asco.

Además ¿qué sería de los dictadores sin sus deportistas victoriosos? (me ahorro los ejemplos, por no poner los nombres de esos individuos... si es que alguno hasta tuvo unos Juegos Olímpicos para su propio deleite, aunque en algún momento le saliera el tiro por la culata).

En fin, que tampoco hemos inventado nada, que esto de mezclar política y deporte ya lo hacían los antiguos griegos... si es que ni para eso somos originales. Y es que ya Alcibíades sabía que lo mejor para labrarse un futuro prometedor, era conseguir destacar en los Juegos Olímpicos, así que en la carrera de cuádrigas, compró 7 carros, llevándose así la 1ª, 2ª y 4ª posición (sí, no tenía ni siquiera que guiarlos, ya que antes se daba como ganador al DUEÑO de las cuádrigas), resultado que le hizo popularísimo en Atenas, por lo que aprovechó ese currículum como principal argumento para sugerir que se enviara una expedición a Sicilia durante la Guerra del Peloponeso, naturalmente bajo su mando. Ni que decir tiene que la expedición fue un fracaso absoluto.

El caso es que podría seguir contando injerencias de la política en el deporte, y de como los deportistas luego se pasan a la política. Pero como tampoco voy a descubrir nada a nadie, pues lo dejo aquí.

Por último y para concluir, quería comentar que, puesto que este post va sobre injerencias de la política en eventos, no podía dejar escapar la ocasión de hablar de Eurovisión... ¡¡¡ese gran festival musical donde año tras año Uribarri nos adelantaba las votaciones de cada país casi sin ningún error!!! Ahora mismo, los españoles estamos divididos en dos bandos, y no por lo típico de rojos vs nacionalistas, Madrid vs Barça, hipoteca vs alquiler o nochebuena en casa de tus padres vs nochebuena en casa de los míos, sino que España se divide en: a los que les gusta Rodolfo Chikilicuatre y a los que no. Yo, como dijo Rodolfo cuando Raffaella Carrá le preguntó por el resultado de las votaciones, creo que "España tiene sentido del humor".

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